S7 ESPAÑOL LENGUA III
Fechas de entrega de ejercicios para los alumnos de S7.
Lunes 16 de noviembre ejercicio sobre Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez.
Lunes 23 de noviembre entrega de la Comprensión e interpretación del exámen de Bachillerato de 2008.
Lunes 30 de noviembre entrega de la Composición propuesta en el exámen de Bachillerato de 2008.
Martes 15 de diciembre entrega de la Composición sobre la siguiente situación: ¿Qué harías en caso de que exista un fallo general de energía eléctrica en tu ciudad? Recuerda la utilización de los condicionales.
Los ejercicios entregados en fechas posteriores no se contabilzarán para la nota del semestre.
1 comentario
Nadia -
CAPÍTULO 2
MIS ULTIMOS MINUTOS A BORDO DEL BARCO LOBO
El 26 de febrero, por la mañana, ya estaban en el Golfo de México y los temores de Luis desaparecieron. El cabo Miguel Ortega volvía el estómago todo el día y su malestar no mejoraba por la marea. Al entrar al mar Caribe, Luis sintió el mareo y la inquietud del Caribe. Los temores regresaron y se los comentó a Luis Reginfo, pero éste le aseguró que el barco no sufriría ningún accidente porque era un barco lobo. Entonces los temores se agudizaron junto con el recuerdo constante de la película El motín del Caine
Empieza el baile
El 27 de febrero, a la medianoche, los tripulantes recibieron la orden de pasarse al lado de babor para hacer contrapeso y estabilizar el demoledor. Los malos presentimientos regresaron porque el mar estaba muy picado. A las 5:30 de la madrugada Luis hizo guardias en cubierta con sus compañeros Ramón Herrera, Eduardo Castillo, Luis Rengifo y el Cabo Miguel Ortega. De hecho este último no habría muerto si hubiera permanecido en su camarote por su estado descompuesto.
Era imposible descansar con el movimiento constante del barco. A pesar de que el día era despejado, las olas eran cada vez más altas y golpeaban fuertemente la cubierta.
Un minuto de silencio
Luis Rengifo advirtió que el barco se estaba hundiendo. La orden para pasarse a babor se repitió. Pasó alrededor de un minuto y todos se sujetaban en silencio. Después dieron la orden de colocarse los salvavidas. Eran las 11:45 cuando una ola enorme los envistió y arrojó al mar. Por unos segundos no había nada más que mar, pero el Caldas salió entre las olas chorreando como un submarino y fue entonces cuando Luis comprendió que habían sido arrojados al mar.